Sobre la existencia de la LIJ
Hace
tiempo asistí a un taller de edición que se realizó como parte de las
actividades de la FILIJ, impartido por Alejandro García Schnetzer, un escritor
y editor argentino, que entre otros trabajos, es el responsable de la colección
“Había otra vez”. La serie, reúne textos de autores reconocidos: Juan Gelman,
Alfonsina Storni, Rafael Alberti, César Vallejo y José Emilio Pacheco, que se
acompañan por imágenes creadas por excelentes ilustradores: Antonio Santos,
Elena Odriozola, Jesús Cisneros, Eleonora Arroyo e Isidro Ferrer.
Yo la
conocí en el taller, cuando Alejandro, nos mostró uno de los libros y nos
invitó a reflexionar sobre literatura infantil, un concepto que para él “no
existe”, en el sentido de que no hay una división entre la infancia y la
adultez, pues tanto los niños como los jóvenes o adultos, leen y se apropian de
un texto a partir de su experiencia.
“En términos de lectura, la categoría carece de sentido. No hay libros para jóvenes y libros para adultos. Como tampoco hay rosas para chicos y rosas para grandes. Durante la lectura, el hecho intelectual –o estético– sucede o no sucede; quizá sea la única distinción aceptable.”
Un
ejemplo claro, son los libros que conforman la colección, textos que no se
pensaron o escribieron para niños, pero que se “resignifican” a través de la
imagen.
Ese
argumento me pareció muy convincente, me hizo dudar, reflexionar, leer,
preguntar y como siempre, confundirme mucho más. Sé que algunos autores
comenzaron a escribir para niños “por accidente”, sé que muchos textos
considerados como clásicos de la literatura infantil, no se escribieron
pensando en niños, sé que el concepto de niño o infancia es relativamente nuevo
y se ha modificado con el tiempo y el pensamiento social. Pero también sé que
hay editores y escritores comprometidos con los niños y jóvenes, que escriben y
publican para ellos. Y más que debatir sobre su existencia, considero que
debemos celebrarla, ahora que hay una oferta infinita de libros, con
ilustraciones hermosas, alucinantes, con textos inteligentes, divertidos e
interesantes, que abordan los temas más diversos en infinidad de formatos, diseños
y texturas.
Libros
que proponen, arriesgan y generan nuevos discursos, que apuestan por calidad en
su contenido y formato, cuidando cada detalle para que el lector los descubra, intérprete
y se apropie del contenido, como los
libros que integran esta colección. En conclusión, la LIJ existe.
Aquí
pueden leer completa la entrevista a Alejandro García Schnetzer, sobre su
trabajo como editor y la LIJ, que cité
en este texto.
Les
comparto "El ciempiés y la araña", un cuento que forma parte de la
colección "Había otra vez" leído por su autor, Juan Gelman.
Nota: Agradezco a Alejandro sus comentarios y aclaraciones.
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